Autor: Vianney Curiel C, MC. (toda información expuesta es propiedad intelectual de quien la escribe, la reproducción total o parcial se considera plagio y está bajo licencia de Creative Commons). Escríbenos: vitalezza.nutricion@gmail.com
Empezaremos por diferenciar hambre y antojo. HAMBRE es una necesidad fisiológica de nutrimentos y calorías, es decir, el cuerpo te está diciendo que para funcionar necesita que lo nutras (no que comas). Para que el hambre se vaya estando en ayuno, pasarán algunas horas, y al ser una necesidad real al cabo vuelve. ANTOJO por el contrario, es ese deseo de comer, por comer, por satisfacer un afán de una comida en particular, normalmente dulces, chocolates, botanas saladas o incluso alimentos muy específicos. Estos patrones de antojos normalmente no permanecen, y en situaciones normales se van transcurridos unos 20-30minutos, pero con un desbalance, vuelven y vuelven… y vuelven.
Los patrones de hambre se alteran fácilmente, por ejemplo a través del número de comidas, patrones irregulares de consumo de alimentos, por ‘agrandar’ nuestro estómago o por tener esquemas de alimentación con algún desbalance, monótonas o poco variadas, etc.
Los antojos por el contrario son muy recurrentes en los siguientes casos:
(1) Estar en algún régimen de alimentación estricto y tener un entrenamiento intenso.
(2) Tener un entrenamiento intenso y no tener un balance nutricional.
(3) Estar embarazada.
(4) Tener deficiencias de algunos nutrimentos.
(5) Tener riesgo, pero sobre todo, presentar algún trastorno de la conducta alimentaria.
(6) Días previos a la menstruación.
(7) Estar en un régimen alimentario estricto sin el complemento nutricional adecuado.
(8) Susceptibilidad genética de sobre-consumir.
(9) Estados depresivos.
Como vemos es un tema complejo. Tocando el punto 3: deficiencias de algunos nutrimentos, comentamos que cuando en el organismo existe alguna carencia de nutrimentos, el cuerpo lo “traduce” en pedir que consumas ciertos alimentos. Es así que podemos dar un par de ejemplos donde falta de nutrimentos puede subyacer al “se me antojan……
• Alimentos salados (especialmente botanas), puede ser falta de cloruros, existentes en la sal de mesa (preferencia tomar la de mar).
• Bebidas alcohólicas, puede ser falta de avenina, glutamina, calcio o potasio, nutrimentos existentes en alimentos de origen animal y varios vegetales.
Por eso RECUERDA:
(a) Aprender a nutrirte y no comer. El cuerpo necesita nutrición, no comida. Eso explica por qué después de 20 galletas dulces seguimos teniendo hambre.
(b) Si eres deportista competitivo y detectas que con frecuencia pasas antojos, revisa tus patrones alimentarios y come frecuentemente, con algo de balance. Evita entrenar con hambre.
(c) Utiliza el correcto complemento/suplemento nutricional.
(d) Procura horarios regulares y evita omitir comidas.
(e) Acudir a un profesional, especialmente cuando se tienen rasgos de trastorno de conducta alimentaria, de los cuáles el más común son “los atracones”.
(f) Aprender a diferenciar el hambre de los antojos.
(g) En estados depresivos pide ayuda, el círculo vicioso depresión-emociones-antojos no dejará nada bueno.
Antes de optar por “dejar” un esquema de nutrición o dieta especial o bien, acudir a medicamentos que supriman el hambre, es fundamental encontrar el balance nutricional ADECUADO PARA TI! Recuerda que somos muy diferentes y todo lleva su tiempo.
ACOTACIONES:
Lectura clásica: Wurtman, RJ and Wurtman JJ. Brain serotonin, carbohydrate-craving, obesity and depression. Obes res 1995. Suppl 4: 477S-480S.
Pide asesoría: vitalezza.nutricion@gmail.com
Notas: la información no sustituye a una asesoría personalizada.
Recuerda que la nutrición y el ejercicio ADECUADOS son una INVERSIÓN a largo plazo.
-Por una divulgación y asesoría responsables-